¡No te pierdas la "Fiesta del Atleti"!
Señoras y señores, chicas y chicos, ¡se viene la fiesta del Atleti! El equipo merecía tener su momento para disfrutar junto a todos los cipoleños por eso, el viernes 1 de octubre, se celebrará la “Fiesta del Atleti” en Club Caix.¡No te la podés perder! Los cipoleños y los que no lo son tendrán la posibilidad de juntarse en una noche mágica para pasar un lindo momento. Además, la entrada cuesta sólo 15 pesos y la barra es al costo. Sí, leyó bien, podés conseguir un fernet a sólo 10 pesos. ¿No me creés? Entonces no te pierdas la posibilidad de estar en la fiesta más importante del sur patagónico.
Por sí hay algún desprevenido, Club Caix está al ladito del boliche Caix en la Costanera. Es necesario que soliciten la entrada por este medio o por Facebook o Twitter. ¿Se preguntarán el porqué? Sencillo, si nos piden la entrada a nosotros les costará sólo 15 pesos, si van a la puerta sin entrada les saldrá 45. Así que, si quieren entradas comuníquense vía mail a sebatortoriello@gmail.com.
¡Desde ya muchas gracias!
Atleti GGG
Así es señores, el Atleti gustó, ganó y goleó al débil Bouba por 7 a 2 y mantiene la diferencia de 3 puntos con Estudiantes de Coronel Suárez, el único puntero de la División B de la UBA. Los goles fueron anotados por Juje en tres oportunidades, Lali, Lean, Nico y Toti.Un comienzo arrollador del Atleti le permitió estar 2 goles arriba con tan sólo 8 minutos de juego. De ahí en más, todo lo que sucedió no reviste más análisis. Bouba por momentos controló la pelota producto de la relajación de un equipo que nunca se sintió intimado por el rival.
Lo rescatable de los 7 tantos es que a Cipo se le abrió el arco y pudo convertir más de dos goles en un partido. Es más, estuvo a un gol de igualar la marca 8 tantos que le costó conseguir en 7 partidos.
Cipo se ubica en la tercera posición del campeonato pero con un partido menos que su inmediato oponente en la tabla. Palanca viene de golear por 5 a 0 a Barrilete y se quedó con el segundo puesto. Estudiantes no jugó pero se mantiene en la punta en soledad.
Volver a ganar
Cipo derrotó por 2 a 0 a República Delhi con goles de Ricky y Lalo y volvió al triunfo luego de la derrota ante Barrilete. Con este resultado el equipo rionegrino quedó como el único escolta de Estudiantes de Coronel Suárez.
Un partido que, a priori, parecía accesible para Cipo pero que, con el transcurso de los minutos, se fue complicando. Delphi estaba bien parado y no dejaba tocar el balón con tranquilidad. Aunque soportó la presión ya que Cipo impuso su chapa y fue ganando terreno. Cuando promediaba el primer tiempo, Ricky le pega (¿al arco o metió el centro?) desde la punta derecha y la pelota se coló entre las manos del arquero y el travesaño. Gol de Cipo. Con la tranquilidad de tener la ventaja, el Atleti manejó el balón.
Los primeros 15 minutos, fueron de mucho sufrimiento para el blanco y negro. Las líneas comenzaron a replegarse y Delphi ganaba metros en el campo de juego. Pero la defensa era impenetrable.
La calma llegó cuando Nico aprovechó un error defensivo de los rivales y metió un centro que fue conectado por Lalo. Cipo ganaba 2 a 0 y los 3 puntos se los metía en el bolsillo.
"Esto es fútbol"
Esta es una frase que me hizo entender un poco más el fútbol. La injusticia de hacer todo para ganarlo y quedarse con las manos vacías. Justamente, eso es lo que se vivió en cancha 3 de Ciudad en el partido entre Cipolletti y Barrilete.Hubo un solo equipo en la cancha, un solo equipo intentó jugar, un solo equipo demostró que quería ganar, pero el otro equipo se llevó los 3 puntos. En el orden y el desorden, Cipo fue mucho más pero se quedó con las manos vacías.
Las estadísticas no reflejan, para nada, el resultado del partido. Pero esto es lo más lindo que tiene el fútbol: no siempre gana el mejor. Por eso, es el deporte más popular del mundo. Cipo hizo todos los méritos y no pudo ante un débil Barrilete Cósmico.
Barrilete consiguió el gol de la ventaja luego de un error del defensor central. Hasta ahí, el que dominaba era Cipo y después del gol, siguió dominando el conjunto rionegrino. Por la izquierda, por la derecha, Cipo atacó por todos los frentes de ataque pero fue inútil, la pelota no quería entrar.
La figura del arquero de Barrilete se hacía más grande. Los minutos pasaban y el Atleti no podía con su ineficacia.
Cipo perdió pero sigue metido de lleno en la pelea. El próximo encuentro será el sábado a las 13.30 en cancha 6 contra Delphi. Los futuros rivales vienen de conseguir su primera victoria en el torneo ante Bolilla 3 por 3 a 0.
Iña, ¡qué bien te queda la blanca y negra!
Un día, ese joven cipoleño decidió abandonar sus pagos para continuar sus estudios en Buenos Aires. No era una decisión sencilla de tomar pero él aceptó el reto.
Entre buenas y malas, más buenas que malas, el joven se las iba arreglando para pasarla lo mejor posible, y claro, para extrañar lo menos posible. Los días se hacían largos y en los tiempos libres pensaba sí había hecho lo correcto. Le surgían preguntas como: ¿Habré elegido bien la carrera? ¿Qué hago acá en Buenos Aires cuando podría estar tranquilo en Cipolletti?
Ya no le alcanzaba con ir a cursar y salir de vez en cuando con los amigos. Algo le faltaba, pero no se daba cuenta qué. En uno de esos domingos típicos aburridos, el muchachito se tiró en su sillón de seda a mirar un partido de fútbol de Primera de División.
Quizás fue una casualidad de la vida, o quizás el destino quiso que así fuera. Lo cierto es que ese día Iña se iba a dar cuenta cuál era su necesidad. Y sí, el jovencito tenía ganas de jugar al fútbol como cuando lo hacía en aquellas tardes frías del invierno patagónico. Ya no le alcanzaba con mirar fútbol por televisión.
Sin esperar ni un segundo, el gurrumín se contactó con cualquier cipoleño que ande dando vueltas por Buenos Aires para preguntarle si conocía de algún equipo para, por lo menos, jugar unos fulbitos los fines de semana.
En uno de esos desesperados llamados, iba a llegar la mejor noticia. Patroco Núñez le comentó de un equipo que jugaba en la UBA y que se llamaba Atlético Cipolletti. Iña no dudó un segundo y pidió ser parte de ese equipo.
De ahí en más, la vida del joven del interior empezó a cambiar. Pasó por buenas y por malas, pero siempre disfrutando de estar en el verde césped. Y claro, cómo olvidarse de aquellas tardes de cervezas en el bar de la UBA. Toda una vida estando junto al Atleti.
En el 2009 le iba a llegar uno de los momentos más lindos de la vida para el hombre. Iña iba a ser papá de Inés. Otro gran golazo como aquel tiro libre muy recordado contra Fútbol y Tenis en un día de lluvia en cancha 7.
Toda historia tiene su final, o mejor dicho, cumple su ciclo. Por esas cosas de la vida, Iña tuvo que dejar al Atleti. Le surgió una buena posibilidad laboral en la tierra que lo vio nacer y no dudó un segundo en irse. Su ciclo en el Atleti estaba terminado. Su despedida mejor no podía ser: con un triunfo agónico por 2 a 1 que seguro va a quedar en el recuerdo. Por si fuera poco, Iña se puso el traje de 5 y fue un león dentro de la cancha.
Ese último partido fue un simple resumen de los 10 años de Iña junto al Atleti. Huevo, sacrificio y mucha sangre. El primero en llegar y el último en irse. Un grande por dónde se lo mire.
Iña, el Atleti te va a extrañar, y mucho. ¡Qué bien te queda la blanca y negra!
Entre buenas y malas, más buenas que malas, el joven se las iba arreglando para pasarla lo mejor posible, y claro, para extrañar lo menos posible. Los días se hacían largos y en los tiempos libres pensaba sí había hecho lo correcto. Le surgían preguntas como: ¿Habré elegido bien la carrera? ¿Qué hago acá en Buenos Aires cuando podría estar tranquilo en Cipolletti?
Ya no le alcanzaba con ir a cursar y salir de vez en cuando con los amigos. Algo le faltaba, pero no se daba cuenta qué. En uno de esos domingos típicos aburridos, el muchachito se tiró en su sillón de seda a mirar un partido de fútbol de Primera de División.
Quizás fue una casualidad de la vida, o quizás el destino quiso que así fuera. Lo cierto es que ese día Iña se iba a dar cuenta cuál era su necesidad. Y sí, el jovencito tenía ganas de jugar al fútbol como cuando lo hacía en aquellas tardes frías del invierno patagónico. Ya no le alcanzaba con mirar fútbol por televisión.
Sin esperar ni un segundo, el gurrumín se contactó con cualquier cipoleño que ande dando vueltas por Buenos Aires para preguntarle si conocía de algún equipo para, por lo menos, jugar unos fulbitos los fines de semana.
En uno de esos desesperados llamados, iba a llegar la mejor noticia. Patroco Núñez le comentó de un equipo que jugaba en la UBA y que se llamaba Atlético Cipolletti. Iña no dudó un segundo y pidió ser parte de ese equipo.
De ahí en más, la vida del joven del interior empezó a cambiar. Pasó por buenas y por malas, pero siempre disfrutando de estar en el verde césped. Y claro, cómo olvidarse de aquellas tardes de cervezas en el bar de la UBA. Toda una vida estando junto al Atleti.
En el 2009 le iba a llegar uno de los momentos más lindos de la vida para el hombre. Iña iba a ser papá de Inés. Otro gran golazo como aquel tiro libre muy recordado contra Fútbol y Tenis en un día de lluvia en cancha 7.
Toda historia tiene su final, o mejor dicho, cumple su ciclo. Por esas cosas de la vida, Iña tuvo que dejar al Atleti. Le surgió una buena posibilidad laboral en la tierra que lo vio nacer y no dudó un segundo en irse. Su ciclo en el Atleti estaba terminado. Su despedida mejor no podía ser: con un triunfo agónico por 2 a 1 que seguro va a quedar en el recuerdo. Por si fuera poco, Iña se puso el traje de 5 y fue un león dentro de la cancha.
Ese último partido fue un simple resumen de los 10 años de Iña junto al Atleti. Huevo, sacrificio y mucha sangre. El primero en llegar y el último en irse. Un grande por dónde se lo mire.
Iña, el Atleti te va a extrañar, y mucho. ¡Qué bien te queda la blanca y negra!
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